La pérdida del empleo genera inseguridad, inestabilidad emocional y económica, pero, puede ser también una gran oportunidad para emprender.
Como es sabido por todos, desde octubre 2019 y aún más desde abril del 2020 a la fecha, han sido muchos los trabajadores y trabajadoras que han perdido su fuente laboral, y otros tantos, han sufrido una disminución considerable de sus ingresos a consecuencia de la crisis económica por el cierre temporal de las empresas producto de las medidas sanitarias adoptadas debido a la pandemia que nos afecta.
Para hablar sobre este tema tan relevante para millones de chilenos, conversamos con el abogado Mauricio Muñoz Salgado.
“Los principales rubros afectados son la gastronomía, hotelería, las empresas de turismo y el comercio en general”, señala el abogado, “Por otra parte, las medidas e iniciativas tendientes a crear una suerte de protección al empleo no han sido suficientes para lograr dicho objetivo, toda vez que, frente a tan nefasto escenario de inactividad comercial y de servicios, los perjuicios son importantes, y las medidas no han logrado una verdadera y efectiva protección del trabajador, menos aún, una estabilidad económica, por el contrario, ya son millones los trabajadores y trabajadoras desempleados en nuestro país, y lo más probable es que la cifra siga aumentando”.
Frente a este panorama, el experto recomienda pensar en positivo y hacerse las siguientes preguntas: ¿Tienes un capital disponible, producto de tu indemnización laboral?; ¿Tienes ganas de emprender un desafío, una idea de negocio?; ¿Tienes un domicilio y cuentas con una infraestructura mínima para funcionar?; ¿No quieres arriesgar todo tu capital con el que cuentas?; ¿Quieres saber cómo crear y formalizar la empresa?
Transformar la pérdida en una oportunidad
“Quienes respondan afirmativamente a estas preguntas, pueden convertir la pérdida de su fuente laboral en una gran oportunidad para emprender. Atrévanse y nosotros les orientaremos y les daremos algunos consejos importantes”, invita el profesional.
Y los pasos son: Evalúa la idea de negocio; visualizar el mercado objetivo o potencial; seleccionar la cartera de proveedores; elegir un nombre o marca para darte a conocer en el mercado; y seleccionar los medios o redes a través de los cuales te darás a conocer.
Luego de este análisis, hay que continuar inmediatamente con la creación y formalización de la empresa.
“Sobre esto último, es importante funcionar como empresa formalmente constituida, y, también es relevante, saber elegir la estructura legal de ésta, existiendo varias alternativas”, recomienda el profesional, “una de ellas es con tu nombre y rut, es decir, como empresario persona natural, o bien, como una empresa individual con personalidad jurídica distinta, nombre, rut y patrimonio propio, y, por último, como una empresa colectiva o sociedad integrada por socios.
Tipos de empresas
Antes de tomar este tipo de decisiones, es importante conocer las diferencias que existen entre funcionar como empresario persona natural y como empresa individual de responsabilidad limitada con personalidad jurídica distinta y patrimonio propio.
Empresa individual, persona natural
En este caso el dueño de la idea o negocio actúa como emprendedor, empresario, contribuyente de impuestos como persona natural. Esta opción no es muy recomendable, porque la persona arriesga todo tu patrimonio, se confunden los patrimonios de la empresa o negocio con los del dueño del negocio, se confunden las obligaciones o deudas personales del empresario con las deudas del negocio o empresa.
Empresa individual con personalidad jurídica y patrimonio propio
En este caso, el dueño de la idea o negocio actúa a través de una estructura legal distinta, con personalidad jurídica, nombre y patrimonio propio, esto es lo que se llama una Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L.).
Esta opción es muy recomendable para iniciar un emprendimiento, es una forma segura y sencilla para iniciarse en el mundo de los negocios.
“A través de esta estructura reduces el riesgo, no se confunden los patrimonios ni las obligaciones como en la situación anterior”, explica Mauricio Muñoz, “ya que patrimonios y obligaciones personales se separan con los patrimonios y obligaciones de la persona jurídica a través de la cual funciona la empresa, y, como persona natural, sólo respondes hasta el monto de tu aporte que hiciste para crear la empresa individual”.
Entre las características importantes de una EIRL se cuentan que serás su creador y único dueño de la empresa; para crear la empresa aportarás una parte de tu patrimonio; la empresa tendrá su propio patrimonio, separado de tu patrimonio personal; las obligaciones de la empresa se pagan con el patrimonio de la empresa; tu responsabilidad queda limitada sólo hasta el monto de tu aporte; tendrás la administración exclusiva de la empresa, no obstante, podrás delegar la administración en un tercero; se rige por una ley especial, la Nª19.857 del año 2003; las utilidades que genere la empresa serán tuyas cuando las retires y no las compartirás con otra persona; tributa en 1ª categoría, ya que se considera siempre empresa comercial; si falleces, tus herederos podrán continuar con el giro por el plazo de un año, al cabo del cual, termina la responsabilidad limitada; se puede transformar a una sociedad de cualquier tipo; se termina por las causales legales; podrá tener acceso a contratos y créditos bancarios; podrá contribuir con impuesto y acceder a franquicias tributarias.
¿Cómo se crea una EIRL?
Es simple y existen dos opciones:
Primera opción, mediante una escritura pública que debe contar con la asesoría y redacción por un abogado, firmada y autorizada ante Notario Público.
Luego, se debe publicar un extracto de la escritura en el Diario Oficial, inscribir el extracto de la escritura en el Registro de Comercio del domicilio de la empresa, obtener un rol único tributario e iniciar actividades en el SII.
El tiempo estimado para tener lista la EIRL para funcionar sería de unos 15 a 20 días aproximadamente. Es importante tener presente que, tanto la redacción de la escritura pública, la autorización de un notario y la inscripción en el registro de comercio tienen costos. En cambio, la publicación del extracto en el diario oficial no tiene costo y la misma notaría se encarga del trámite.
La segunda opción, a través de la plataforma: “Tu empresa en un día”.
Ingresando a la página www.empresaenundia.cl (Lo puedes hacer con tu registro de usuario, o, con clave única). Lo puedes hacer tú mismo, paso a paso debes ir ingresando la información solicitada, en los modelos o formatos tipo propuestos por la página. Aquí debes obtener una firma electrónica avanzada, obtener rut y dar inicio de actividades ante el SII.
La ventaja de esta modalidad, es el hecho de que, no incurres en costos, salvo, la obtención de firma electrónica. Otra ventaja es el tiempo estimado para tener lista la empresa, lo cual va de uno a tres días máximo.
Una posible desventaja sería, la falta de asesoría jurídica de un abogado para redactar el contenido del instrumento, toda vez que, la plataforma te presenta un formato tipo predeterminado.
Conclusiones
Como lo dijimos al principio de este artículo, la pérdida del empleo acarrea una serie de consecuencias no deseadas para la persona, principalmente en los aspectos psicológicos, emocionales, sociales, económicos y que también pueden afectar a la familia.
La crisis sanitaria que nos ha afectado en este último tiempo nos ha causado daño, en primer lugar, por la pérdida de vidas, pero también la afectación de la salud de las personas, el cierre temporal y definitivo de empresas y una crisis económica que ha culminado con un número considerable de desvinculaciones laborales.
No obstante, el escenario oscuro y adverso que estamos enfrentando, no podemos desconocer el hecho de que, esta pandemia, también ha brindado algunas oportunidades de emprendimiento.
Como lo dijimos anteriormente, la cesantía nadie la quiere o desea, pero puede ser también una gran oportunidad para emprender en una actividad independiente que puede generar éxitos y satisfacciones.
Si producto de la cesantía cuentas o dispones de un capital, tienes las ganas, la energía y una idea interesante de negocio, no lo dudes ni pienses tanto, ponte a trabajar y aprovecha las opciones más simples que la ley te entrega para formalizar una empresa.
“¡Atrévete! El éxito no llega solo, viene de la mano con el esfuerzo, el sacrificio, el trabajo riguroso”, puntualiza el abogado Mauricio Muñoz Salgado.