Desde accesorios hasta estructuras:
Para reducir su impacto al medioambiente, el sector inmobiliario y constructivo está innovando a través del uso de elementos, materiales y recubrimientos fabricados con desechos que se originan en las mismas obras. ¿Podríamos ver en el futuro viviendas construidas solo con materiales reciclados?
En Chile, el 35% de los residuos sólidos proviene de la construcción y la demolición. Según el Minvu estos alcanzarían las 7.455.602 toneladas anuales este año, solo considerando vivienda, lo que corresponde a un volumen de 15,5 Estadios Nacionales. Por eso, la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción” propuso hace un par de años cambios sustantivos con el objetivo de valorizar el 70% de los residuos de la construcción a 2035.
Sergio Herrera, gerente General de Ambipar Environment, empresa líder en gestión ambiental y con vasta experiencia trabajando con el sector de la construcción, señala que “la importancia de la economía circular en la construcción es significativa en orden a reducir el impacto en el entorno, ya que es una industria que genera externalidades importantes en proceso constructivo. Si bien es algo que está recién partiendo, ya vemos las primeras iniciativas con miras de seguir avanzando a paso firme”.
La aplicación de los principios de la economía circular no solo contempla segregar y clasificar los residuos en las obras, sino también requiere contar con todo el sistema de gestión, que incluye procesar y pretratar los residuos, además de desarrollar una industria de proveedores de productos y servicios con atributos circulares, explica el ejecutivo de Ambipar Environment.
Inmobiliaria Altas Cumbres y Desarrollos Constructivos Axis son dos actores del rubro que se unieron para generar esta sinergia en los nuevos proyectos residenciales que desarrollan en el sur de Chile. “Nos dimos cuenta de que en la Región de Los Lagos existe un verdadero Hub de empresas orientado a desarrollar materiales, productos, piezas y componentes fabricados con residuos reciclados. Así que sellamos alianzas con algunas de ellas, que retiran residuos de plástico, como las tinetas de pinturas, tuberías, etc. y también plumavit, para crear un sinfín de productos, los que estamos aplicando a nuestros proyectos con muy buenos resultados”, relata Enrique Loeser, gerente Comercial de Inmobiliaria Altas Cumbres.
Las primeras aplicaciones, señala el ejecutivo, comenzaron en los espacios comunes, con elementos fabricados a partir de los residuos plásticos, como muebles de exterior, muros de contención pequeños, cercos, entre otros. El siguiente paso fue aplicar pinturas y sellantes en base a plumavit reciclado en las fachadas e interiores de los proyectos, que han demostrado tener una alta durabilidad y propiedades técnicas, incluso frente al clima extremo del sur.
Lo más reciente ha sido incorporar piezas prefabricadas en base a plástico en las techumbres. “Aprovechando que estas empresas recolectoras y valorizadoras cuentan con la tecnología para moldear piezas, solicitamos los jabalcones, que son estos elementos que van en las fachadas y que sostienen los aleros, y que tienen una apariencia muy parecida a la madera, se ve muy natural, además cuentan con propiedades de durabilidad muy buenas, porque son rígidos, consistentes, más livianos y resistentes a los rayos ultravioletas”, explica José Miguel Montecinos, gerente Técnico y Desarrollo de Altas Cumbres.
Los positivos resultados de esta experiencia, que se inició como un piloto en los edificios de Alto Reloncaví en Puerto Montt, llevarán a la inmobiliaria a replicarla en otros proyectos en Villarrica y Puerto Varas. “A medida que la construcción circular se vaya masificando y se empiece a ver que no solo sirve para hacer accesorios, probablemente irán saliendo mejores ideas y la creación de otros elementos que serán parte de las obras. Esto, porque también conlleva un ahorro en inversión”, señala Montecinos.
De hecho, la “Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción” prevé que los ahorros para las constructoras en el presupuesto pueden fluctuar entre un 25 y un 50% si se optimizan los materiales y se evita la disposición final en los vertederos a través de la valorización de los residuos de la construcción y la demolición.