Radio Club Temuco:
Una labor bastante anónima -que de aficionados no tiene nada- es la que realiza el Radio Club Temuco (CE6TC), que viene aportando a la comunicación y bienestar de los temuquenses desde 1958, con una labor especialmente destacada en periodos de emergencia.
El Radio Club Temuco se fundó el 28 de septiembre del año 1958. Actualmente son más o menos 25 socios activos, pero en total se registran 50 socios, quienes además forman parte de la Federación de Radio Clubes de Chile.
¿Por qué se denominan radioaficionados si el trabajo que ustedes realizan es tan profesional y dedicado?
“Buena su pregunta”, señala Manuel Sepúlveda Novoa, presidente del Radio Club Temuco, “yo creo que porque esto no es un trabajo, sino que aparte de nuestro trabajo nosotros realizamos esto como una afición o un pasatiempo y además, experimentamos mucho, probamos nuevos sistemas para mejorar nuestra comunicación”.
A pesar de su diplomática respuesta, es un hecho que los radioaficionados de Temuco se han convertido en profesionales de esta actividad que desempeñan con una pasión poco frecuente en cualquier trabajo normal.
Emergencias
En situaciones de emergencia (terremotos, erupciones, maremotos, temporales, aluviones) han puesto en riesgo sus propias vidas para llegar con un transmisor radial hasta lugares que ni siquiera funcionarios de Gobierno o militares han podido llegar.
Han pasado días enteros y noches sin dormir para establecer enlaces que mantienen un hilo de comunicaciones entre lugares apartados o aislados, informando a la población y a las autoridades responsables de llegar con la ayuda.
“Esto no es algo que se aprenda en la universidad, es algo que nace de uno, tiene que gustarme. Cuando nosotros empezamos nos hacíamos nuestros propios equipos, fabricábamos bobinas y antenas. Hoy todo es digital e incluso tenemos comunicaciones satelitales”, explica Sepúlveda.
“El primer equipo que tuvimos en Temuco, ubicado en el antiguo Mercado Municipal, tenía el tamaño de un ropero de tres cuerpos y se podía hacer hervir una tetera encima por la temperatura que alcanzaba”, recuerda.
Afición personal
“En esta afición me marcó el terremoto de 1960, cuando en la plaza Pinto de Temuco se instalaron los equipos de radioaficionados para coordinar la ayuda a la comunidad afectada. Empecé a juntar el dinero de mi mesada hasta comprar los elementos para armar mi propia radio, luego instalamos una radio en el colegio para los recreos, hasta cuando empecé a trabajar y pude comprar mi propio equipo, obteniendo en 1980 mi licencia de radioaficionado”, agrega.
En este sentido, Sepulveda enfatizó que esta es una actividad regulada y que no se puede realizar sin una autorización gubernamental: “Para ser radioaficionado hay que tener una licencia que entrega el Ministerio de Transporte a través de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, y no se puede hacer uso de las bandas radiales sin tener una autorización”.
Emergencia
Uno de sus hitos históricos del radio club fue el apoyo a las comunicaciones de emergencia después del terremoto del 2010, cuando toda la logística “quedó en el suelo”, y desde esa fecha mantienen una estrecha colaboración con el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), ex ONEMI.
Aproximadamente son 6.640 radioaficionados con licencia en Chile, desde Arica a la Antártica, más las estaciones móviles marítimas y aéreas. La prestancia de los radioaficionados del mundo es que son autovalentes y responden en forma inmediata a cualquier emergencia.
“Hemos tenido también una participación destacada en emergencias internacionales. Para el terremoto de México estuvimos 12 días apoyando a las familias para comunicarse entre Chile y México”, recuerda Sepúlveda.
Estación Espacial Internacional
Con la nueva tecnología, los radios aficionados se han actualizado, como evidencia de eso, Radio Club Temuco, participó en el contacto realizado entre alumnos del Colegio Pumahue de Temuco, con la Estación Espacial Internacional (ISS), concretando así, la primera comunicación radial directa que se lleva a cabo desde nuestro país.
En este sentido, el dirigente destaca que este evento les sirvió para acercarse con el radio club a los más jóvenes. “Los niños y jóvenes de hoy no vibran mucho con esto, prefieren el celular, la tablet, porque son más inmediatos y fáciles de usar. La radio tiene un ritmo más lento, para conversar, uno habla y el otro escucha hasta que le toca su turno, y tenemos una importante regla: En radio no se habla de comercio, política, ni religión. Son tres premisas, aunque de repente por ahí se mezclan las cosas”, señala.
Telegrafía
El dirigente radial también destaca la importancia que tiene la comunicación radial a nivel mundial, incluso se está retomando la telegrafía, la comunicación por clave morse, pues se ha comprado que ante grandes desastres, guerras o sabotajes (hackers), las tecnologías basadas en la informática pueden quedar totalmente fuera de servicio.
“La telegrafía actualmente es obligatoria en la marina del mundo y muchas fuerzas armadas también la están retomando, porque cuando las condiciones de transmisión telefónica no lo permiten, la telegrafía puede llegar hasta el fin del mundo y utilizando muy poca potencia. Con menos de la energía que utiliza una ampolleta podemos comunicarnos desde Temuco a Europa por medio de la telegrafía”, agrega Sepúlveda.
¿Es verdad que por medio de la radio podemos comunicarnos con cualquier lugar del mundo?
“Es verdad. Dependiendo del horario y de las condiciones atmosféricas, podemos comunicarnos con cualquier país del mundo”, afirma el experto.
Los integrantes del Radio Club Temuco se reúnen cada jueves desde las 19.00, dejando abierta la invitación para quienes quieran conocer más de su labor y de este mundo que atrapa a estos aficionados que son verdaderos profesionales de la comunicación radial.