Tras 50 años de trayectoria dictando clases en la Universidad de La Frontera, el Mg. Manuel Villarroel Moreno, se retiró de la docencia y sus exalumnos de distintas generaciones, quisieron despedirlo con una comida, donde pudieron expresar sus agradecimiento y admiración que tienen hacia él.

El 26 de abril de este año, específicamente a las seis de la tarde, el Mg. Manuel Villarroel Moreno dictaba su última clase. Fue en ese momento que sus alumnos de la carrera de Ingeniería Civil Eléctrica, ingresaron a la sala con una torta para despedirlo, ya que el profesor dejaba las aulas tras 50 años enseñando en la UFRO, pues acogió su retiro de la casa de estudios dejando atrás una impecable y larga trayectoria como docente.

En esta misma línea, sus exalumnos de distintas generaciones de las carreras de Ingeniería en Ejecución en Electricidad, Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Civil Eléctrica, quisieron unirse a la despedida y organizaron una comida en honor al docente. Las Terrazas del Centenario ubicada en Pueblo Nuevo fue el punto de encuentro, donde más de 40 egresados vinieron de distintas partes del país a entregarles diversos presentes y palabras de agradecimientos al profesor, pues todos lo recuerdan como una persona muy humana.

“Yo soy de Temuco y soy uno de los organizadores junto a Alier Manríquez de este evento y, cuando comenzamos con la idea de poder hacer algo, pensamos justamente en agradecer en realidad. De hecho, lo conversamos que más que un reconocimiento es un agradecimiento al profesor, porque una de las cosas que más rescatamos de él es el lado humano. Él tenía una gran vocación de profesor”, comentó Pablo Solar de la generación de 1994.

Esta reunión también sirvió para que se reencontraran excompañeros que no se veían hace unos 20 años. Al respecto, Alier Manríquez, quien fue uno de los organizadores mencionó: “Fue un gran momento en donde nos reencontramos con don Manuel y, a su vez, con compañeros que no nos veíamos hace años dado que estamos trabajando en distintos puntos del país”.

Por lo que, en este encuentro todos recordaban sus travesías como estudiantes, como cuando estudiaban en la biblioteca y tenían que leer libros tras libros para obtener información y, sobre todo, recuerdan con mucho aprecio la amabilidad del profesor al realizar algunas pruebas los días sábados, pues les permitía estudiar unos días más.

María Teresa Flores, Ingeniera en Ejecución en Electricidad recuerda: “Es el profe que te enseñó lo mínimo hasta lo máximo. Él es una persona buenísima y yo creo que hoy día todos los que vinimos y los que no pudieron venir, van a tener ese recuerdo del profesor que estuvo ahí y que te acompañó, porque tú tienes un camino que hiciste y que parte de ese camino lo hiciste gracias a él”, manifestó.


Reconocimiento a la trayectoria

Cuando el profesor llegó al encuentro, fue recibido con una ola de aplausos y de abrazos de sus exalumnos, quienes estaban ansiosos de poder ver nuevamente a quien les enseñó de tal manera que, hasta el día de hoy, se acuerdan de sus palabras y alientos. Pues junto a su esposa Rosa Oliveros, saludó uno a uno de los asistentes con una sonrisa en el rostro.

El Mg. Manuel Villarroel quien tiene actualmente 76 años de edad, comenzó a dar clases en 1973 cuando tenía apenas 26 años: “En ese momento yo empecé a hacer un ramo que le llamaba ‘Medidas eléctricas y protecciones’ y con el tiempo eso fue cambiando. En esa época era la carrera de Ingeniería en Ejecución en Electricidad solamente y yo trabajaba en el departamento que se llamaba “De Electricidad” de la Universidad Técnica del Estado en Temuco y eso cambio cuando la sede se juntó con la Universidad de Chile y se formó la UFRO”, recordó.

Al consultarle por el encuentro con sus exalumnos y las manifestaciones de cariño hacía su trayectoria, el profesor respondió que: “Me siento muy bien, muy contento, porque es una alegría muy grande que ellos se hayan puesto de acuerdo, que se hayan juntado y que me hayan invitado. Como profesor yo ya terminé mi trabajo en la universidad, donde los alumnos actuales me han hecho muchas manifestaciones de cariño y bueno mejor aún si son exalumnos de distintas generaciones, que los veo ahí y la verdad que me acuerdo de todas sus caras, pero no me acuerdo de ningún apellido (ríe)”.

Luis Miguel Sepúlveda, quien llegó desde Osorno al encuentro, recalcó la calidad humana del profesor, comentando que: “Él nos enseñó a ser un poco ingenieros, porque ingeniero no solamente significa calcular, sino que significa tener un conocimiento pleno de lo que se está haciendo y entender lo que se está haciendo. Entonces él tenía la gracia de explicar, de llevar algo complicadísimo de imaginar como la electricidad, a un nivel de conversación, de entender lo que es la electricidad, porque no cualquiera entiende”.

Por su parte, Carolina Mella de la generación 2011 dijo al respecto: “A mí me hizo clases de Protecciones Eléctricas y Flujo de Potencias y en lo personal, ahora me dedico en el área de flujo de potencias, así que siempre estoy recordándolo cuando hay algún inconveniente en el trabajo (…) Y nada, la templanza que tiene el profe, el ser educado, el ser respetuoso, yo creo que todas esas cosas uno las vio en él y las implementa en la vida laboral de uno”.

Entrega de regalos al “Maestro”

Uno de los momentos donde sus exalumnos pudieron agradecerle, fue sin duda la entrega de obsequios desde un cuadro hasta sus libros favoritos, donde además ingenieros e ingenieras tuvieron la oportunidad de dedicarles distintas palabras al profesor.

Uno de los regalos más significativos fue el galvano, donde quedó plasmado el sentir de todas las generaciones, quienes lo denominaron como un “maestro cercano”. Respecto a eso, Villarroel dijo: “Significa mucho para mí, porque eso no es solo de parte de ellos, sino también de mis colegas profesores. Incluso muchos de mis colegas fueron alumnos míos”.

Respecto a la despedida que le organizaron, Villarroel jamás pensó que sus exestudiantes se acordaran de él y que pese a que le “cuesta soltar lágrimas” se sentía muy emocionado por tanto reconocimiento a su trayectoria.

Finalmente, los planes que tiene ahora que es oficialmente un profesor retirado, es pasar tiempo con su esposa, sus hijos y sus nietos, pero no duda que de vez en cuando irá a visitar a sus colegas y alumnos a su querida Universidad de La Frontera.

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