Re-cavas es el nombre del emprendimiento que Norman Quezada Artigas ha impulsado desde su natal Victoria, fomentando la implementación de huertos urbanos, mesas-bancas y otros productos que trabaja con pasión en madera nativa.

“Hace unos seis años comencé a experimentar con la madera, primero haciendo algunos productos para regalo y para la familia. Aprovechando que vivimos en una región muy diversa en maderas, decidí utilizar este producto dúctil, que siempre está presente en nuestra zona”, relata Norman Quezada Artigas, de profesión trabajador social, quien lleva adelante su emprendimiento Re-cavas, en que principalmente utiliza madera nativa reciclada.

Luego del periodo de experimentación pasó a una etapa de comercialización de sus productos, con un importante crecimiento gracias a las redes sociales (@re.cavas en Instagram) y con una excelente recepción de sus huertos con plantas incluidas.

Para proveerse de material, el emprendedor tiene contacto con un aserradero de Victoria y otro de Curacautín, desde donde traslada la madera hasta su taller ubicado en calle Club Hípico 1329 Victoria (WhatsApp +56984345546).

Amor a la madera

“Estos trabajos se hacen con amor a la madera y a la región, por eso cada diseño tiene un nombre relacionado con los territorios de La Araucanía Andina y con la cultura mapuche: “Galletué”, “Arenales” y “Ranquil”, entre otros”, explica.

Además de los huertos, destacan también otros productos como la “Mesa-Banca”, ideal para actividades al aire libre, arrimos, mesas de centro y jardineras. “Todos los productos tienen pintura impermeabilizante, por lo que, aunque se utilicen en exteriores, tienen una durabilidad que supera los 4 años antes de hacerle una mantención”, señala Quezada.

“La madera es un material durable, noble y no contaminante, formando parte también de una cultura de volver a lo natural. Con ella logramos un estilo refinado y único, algo muy original y distinto a lo que se encuentra en las tiendas comerciales”, explica.

“Este emprendimiento surgió luego de un quiebre personal, casi como un pasatiempo, y hoy se ha transformado en una actividad productiva a la que próximamente me gustaría dedicarle el cien por ciento de mi tiempo, crecer como empresa e incluso dar empleo, especialmente a personas jóvenes que aprendan y continúen con este oficio”, puntualiza este emprendedor de la madera.

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