Dra. Marjorie Reyes, investigadora del Departamento de Ciencias Químicas y Recursos Naturales de la UFRO

La investigación busca conocer los mecanismos de defensa de plantas que habitan ambientes extremos en el contexto de cambio climático, con el fin de hacer más eficiente a la planta en la utilización del recurso hídrico.

Como “un terremoto silencioso” ha sido calificada la situación de sequía que hoy enfrenta Chile. El peor escenario del último siglo. A inicios de año, éramos informados por la Dirección General de Aguas que casi el 40% del territorio nacional enfrentaba algún grado de escasez hídrica (137 de 346 comunas de Chile), donde Temuco, Chillán, Santiago y La Serena superaron el 50% de déficit de aguas lluvia, información que generan alta preocupación. Estos son algunos de los indicadores que ubican a Chile entre los 18 países con mayor estrés hídrico del mundo, según el World Resource Institute, y en el primer lugar del grupo de naciones con estrés hídrico alto.

Estas cifras y escenario actual, a lo que se suman más de 100 comunas en estado de emergencia agrícola, fueron antecedentes suficientes para atender este estado crítico en el que está situado el país. Es por ello, que desarrollar investigaciones que aporten de manera significativa a mejorar este escenario, se hacen cada vez más necesarias.

Recientemente, la Dra. Marjorie Reyes, investigadora del Departamento de Ciencias Químicas y Recursos Naturales se ha adjudicado un proyecto de Cooperación Científica Internacional ECOS-ANID y ECOS-Sud Francia, cuyo objetivo es el estudio de plantas que son capaces de sobrevivir en ambientes extremos (desierto, montaña, temperaturas frías y congelantes) para conocer sus mecanismos de defensa y éstos luego convertirlos en conocimiento que permita, a lo largo del territorio, implementar mejoras que signifiquen mayor productividad y eficiencia agrícola, con menos recurso hídrico.

“A través de esta investigación conjunta, donde participa el Dr. Arnould Savouré de la Université Sorbonne

en Francia, consideramos de vital importancia estudiar los mecanismos que tienen estas plantas para sobrevivir a estos ambientes. Es crucial encontrar nuevas estrategias para mejorar la tolerancia a la sequía de las plantas, para mantener o incluso aumentar los rendimientos de los cultivos. Las plantas extremófitas “atípicas” de ambientes extremos pueden tolerar el estrés con altas tasas de fotosíntesis. Por lo tanto, estudiar los mecanismos fisiológicos y moleculares que exhiben estas plantas podría ser un buen enfoque para mejorar la resistencia de los cultivos al estrés ambiental”.

Agrega la investigadora que “al tolerar de mejor forma el estrés por sequía las plantas serán más eficientes y podrán disminuir su consumo de agua y mantener la eficiencia y productividad con poco recurso”.

La Dra. Reyes explica que “en condiciones de sequía, las plantas pueden biosintetizar compuestos osmoprotectores como la prolina (Pro) y la glicina betaína (GB), lo que les confiere tolerancia al estrés por sequía al mantener la turgencia celular, estabilizar las membranas y eliminar las especies reactivas de oxígeno (ROS). Sin embargo, su papel en la protección de las plantas extremófitas sometidas a estrés por sequía no se ha investigado en profundidad. Planeamos determinar la contribución de Pro y GB a la regulación osmótica, las enzimas y la expresión génica de la vía de metabolismo de Pro y GB bajo estrés por sequía, y también, determinar los metabolitos de la vía de PhC y sus genes relacionados involucrados en la tolerancia al estrés por sequía”, indicó.

Esta investigación, que se enmarca en un proyecto NEXER, para incrementar la cooperación internacional, indagará en aspectos poco estudiados y que darán pistas de alta relevancia para impactar positivamente en la crisis hídrica y de producción alimentaria que afecta a Chile y el mundo.

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