“Si en una ciudad como Temuco, todas las viviendas estuviesen construidas con el concepto de Passivhaus, no habría contaminación del aire producto de la leña que se quema para calefacción”, asegura el doctor en ingeniería industrial y académico de la UACH.
De profesión ingeniero acústico y doctorado en ingeniería industrial, con especialización en acústica, Jorge Sommerhoff Hyde obtuvo en la Universidad de Strathclyde, Escocia, un certificado para trabajar en el diseño y evaluación de viviendas de acuerdo a los estándares alemanes del Passivhaus.
“Passivhaus es un estándar de construcción verdaderamente eficiente energéticamente, cómodo, asequible y ecológico al mismo tiempo”, explica Jorge Sommerhoff, doctor en ingeniería industrial y académico de la Universidad Austral de Chile, UACH, “No es una marca, sino un concepto de construcción que cualquiera puede aplicar y que ha demostrado empíricamente que funciona”.
Passivhaus (casa pasiva), es un concepto originado en Suecia en 1988, que permiten un ahorro de energía relacionado con la calefacción y la refrigeración cerca del 90% (o más) en comparación con las viviendas de construcción estándar.
“En climas cálidos, se han demostrado ahorros de energía similares, donde las edificaciones requieren más energía para enfriar que para calentar”, señala Sommerhoff, “Toda la envolvente, es decir, paredes, techo y piso están altamente aislados, diseño que no debe tener puentes térmicos, es decir, el aislamiento se aplica sin “puntos débiles” alrededor de todo el edificio para eliminar las esquinas frías y las pérdidas de calor excesivas”.
Eficiencia energética
Las casas Passivhaus son energéticamente eficientes, no solo por su alto nivel de aislamiento y sin puentes térmicos, sino también, porque en su diseño se exige que la vivienda sea altamente hermética. Esta hermeticidad se mide una vez finalizada la construcción de la vivienda.
Dado que la vivienda es extremadamente hermética, las casas Passivhaus poseen sistema de ventilación mecánico, de muy bajo consumo, que suministra constantemente aire fresco, lo que entrega una calidad de aire superior al interior sin causar corrientes de aire desagradables.
Este sistema posee una unidad de recuperación de calor altamente eficiente, que permite reutilizar el calor contenido en el aire extraído, como también, un filtro que purifica el aire que ingresa a la vivienda, y que es especialmente útil para viviendas que están emplazadas en ciudades con aire altamente contaminado.
El gran desafío en la construcción de una edificación Passivhaus, es dotarla de una gran hermeticidad. Para certificar, se debe realizar obligatoriamente una prueba de infiltración, la que debe arrojar una tasa de infiltración menor a 0,6 veces el volumen de aire interior en una hora. Esta prueba es una garantía de calidad: si la vivienda no cumple con este valor, la vivienda no se certifica.
Viviendas confortables
El estándar Passivhaus se preocupa por el confort que los usuarios van a disfrutar dentro del edificio. Por tanto, establece pautas de diseño para garantizar que un edificio esté libre de corrientes de aire, de sobrecalentamiento y provisto de un suministro constante de aire limpio y fresco, lo cual debe hacerse, con la cantidad mínima de energía.
“Dada la alta calidad de las ventanas y alto aislamiento térmico de sus muros, todas las superficies en el interior de la vivienda no están a más de 4 °C bajo la temperatura ambiente, garantizando que no se sentirá frío producto de pérdidas de calor del cuerpo por radiación”, explica Sommerhoff, agregando que “Todo esto garantiza que en ninguna superficie interior habrá humedad ni hongos. Todo lo anterior, sumado a la calidad del aire interior, se traduce en menos enfermedades y mejor calidad de vida”.
Medio ambiente
Respecto a la posibilidad de implementar este tipo de viviendas en nuestra zona, Sommerhoff es enfático al señalar que “Cualquier arquitecto competente puede diseñar una casa Passivhaus. Al combinar medidas individuales, cualquier edificio nuevo en cualquier parte del mundo puede diseñarse para alcanzar el estándar Passivhaus. Este estándar también se usa cada vez más en edificios no residenciales, como edificios administrativos y escuelas”.
Asimismo, recalca la importancia de contar con este tipo de tecnología de la construcción en las zonas más contaminadas del sur de Chile. “Si en una ciudad como Temuco, todas las viviendas estuviesen construidas con el concepto de Passivhaus, no habría contaminación del aire producto de la leña que se quema para calefacción. Las casas Passivhaus son ecológicas por definición: usan muy poca energía primaria, dejando suficientes recursos energéticos para todas las generaciones futuras sin causar ningún daño ambiental”.
En el fondo se trata de una suma de beneficios, incluso se debe destacar que la energía adicional requerida para la construcción de acuerdo a los estándares Passivhaus (energía incorporada) es bastante insignificante en comparación con la energía que ahorran más adelante.