María José Rico, “La Mansa Piñata”

Fue la expresión de un niño la que dio su nombre a este emprendimiento: “¡La Mansa Piñata!”, haciendo clara referencia al tamaño y la originalidad de los productos que logra esta joven emprendedora de Padre Las Casas.

María José Rico Cofré, es estudiante de Técnico en Enfermería, carrera que está por terminar. Y desde hace un año y medio dedica su tiempo libre a la confección de piñatas: “Siempre me gustaron las manualidades y en 2014 hice la primera piñata para mi hija, pero hace un año y medio se concretó la iniciativa como un emprendimiento serio”.

Tradición mexicana

Las primeras piñatas provienen de China, pero la tradición de las piñatas de cumpleaños viene de México, donde originalmente se rellenaban con frutas y se rompían con un palo.  “La piñata más grande que fabrico es de 70 centímetros e incluye un palo de regalo para que los niños puedan romperla, mientras que las de 40 y las de 50 centímetros tienen una cinta que se tira para romperlas”, menciona.

“En 2014, para el cumpleaños de mi hija, había piñatas típicas, pero no encontraba del personaje que le gustaba a mi hija, la ratoncita Minnie, por lo que decidí hacerla por mí misma”, recuerda María José, “Mi mamá trabaja en un jardín infantil, así es que de ahí viene el gusto por las manualidades y la relación con los niños, que se me da bien”.

La ventaja de este negocio es que siempre están apareciendo personajes nuevos y eso es lo que piden los niños. Los precios son muy convenientes. La piñata de 40 centímetros (donde caben unos 500 dulces) cuesta 9 mil pesos y hay que tener en cuenta que se trata de un diseño personalizado, muy diferente a las piñatas del comercio que son cajitas de cartón impresas y si les colocan muchos dulces se empiezan a abrir. El diseño se acuerda con el cliente, se pueden enviar fotos o ideas que se consensuan en común.

“En la elaboración de la piñata ocupo cartón y mucho diario para elaborar engrudo con harina, es una técnica antigua, pero la hace más resistente y reciclable”, explica.

La Mansa Piñata

Lo mejor de este trabajo es ver la reacción de los niños. “Las mamás me mandan videos y es genial, porque yo les mando las piñatas envueltas en papel y puedo apreciar la sorpresa de los niños al verlas y sus exclamaciones: ¡Ah mi piñata!”, señala la emprendedora.

“Ahora estoy trabajando con diseños de Halloween, que han tenido mucho éxito, porque probablemente este año los niños no van a poder salir a buscar dulces”, explica, “así es que diseñé unas mini piñatas de 25 centímetros con motivos de Halloween, con valores de $4.500 a $5.500, dependiendo de la complejidad del diseño”.

María José se encuentra terminando su carrera, así es que ahora trabaja en las piñatas en la tarde y la noche; en enero ya empieza su práctica en el hospital. Consultada si al titularse dejará de fabricar piñatas, es enfática: “Seguiré con las dos cosas. Con la pandemia se ha potenciado mucho realizar celebraciones en las casas y se ha regresado a comprar las piñatas, que antes arrendaban en las casas de cumpleaños”.

Clientes y redes sociales

En las redes sociales le ha ido bastante bien, y la mayor parte de las ventas se concretan a través de Instagram, antes era Facebook, pero ahora está más de moda Instagram, y sigue en aumento. “También tenemos contactos y apoyo de otros emprendedores con quienes estamos formando verdaderas redes”, explica, “Ya tengo una clientela que me vuelve a pedir trabajos hace varios años, incluso me mandan fotos de las piñatas que le he fabricado anteriormente y que dejan como decoración en los dormitorios, o las vuelven a usar. Algunas se trasladan a otras ciudades y me piden que les envíe a sus nuevos hogares las piñatas y cotillón para sus eventos”.

El logo de la empresa es un monstruo. Esto proviene de que cuando los niños abren la piñata y caen los dulces se convierten en una especie de monstruitos que sólo quieren atrapar los dulces. El eslogan proviene de la exclamación de un cliente que al ver la piñata dijo: “¡Ah, la mansa piñata!

Tiempos de pandemia

En la etapa de producción, uno de los cambios de se ha producido por la pandemia ha sido el acceso al cartón. “Yo trabajo mucho con el cartón de las tiendas y como dejaron de funcionar por unos meses, comenzó a escasear”, señala.

Sobre el funcionamiento del taller en tiempos de pandemia, explica: “Actualmente, por motivos de seguridad sanitaria estoy comprando cartón dúplex en librerías y al taller sólo ingreso yo, nadie más. Luego, cuando las entrego se llevan en auto y van envueltas en dos capas de papel. Algunas personas también prefieren retirarlas en mi casa y hacemos la entrega con higiene, mascarillas y alcohol gel”.

Inesperadamente, durante la pandemia el negocio ha crecido y no ha afectado en las ventas, al contrario, han aumentado. “Con los padres en las casas se han dado mucho más tiempo para realizar celebraciones familiares”, indica.

Los personajes

Sonic, Minecraft y Héroes en Pijama son algunos de los diseños más populares en la actualidad. Aunque también se mantienen motivos clásicos a través de los años como Mickey, Mario Bros y los unicornios, y recientemente llegó una solicitud de un Gokú.

“Esto depende mucho de las películas que se encuentren de moda. Por ejemplo, me han pedido piñatas con diseño de la serie “La casa de papel”, Spiderman, Cars, Toy Story, pero los que más prefieren las niñas son los unicornios”, explica.

También existen piñatas con motivos para adultos. Los caza fantasmas, publicidad de empresas, fiestas de los ochenta, despedidas de soltera y baby shower.

Navidad solidaria

El año pasado, junto a otra emprendedora decidieron apoyar la celebración de Navidad que cada año se realiza en el sector Pediatría, para los niños que se encuentran hospitalizados, y logró llevar 36 piñatas rellenas con donaciones de sus propios clientes, además de lápices de colores, libros y cosas que les sirvieran durante su estadía en el hospital.

“Este año pretendo hacer lo mismo, pero para niños con cáncer, y volveré a solicitar apoyo a través de mis redes sociales para que juntos llevemos alegría a los niños”, señala.

Hacer lo que te gusta

La explicación del éxito que María José Rico ha tenido con su emprendimiento de piñatas: “Hacer algo que a uno le gusta significa realmente hacer las cosas con más ganas, con cariño, que sea algo bonito, y en mi caso es un producto dedicado a los niños. Me preocupo harto de no fallar en los pedidos, tomarlos con mucha anticipación, para que los niños tengan en ese día tan importante la piñata que querían. Porque uno de los momentos más esperados en los cumpleaños es la piñata y los regalos”.

El futuro: “A futuro espero crecer y dar trabajo, pero para ello necesito apoyo de alguna institución que financie este tipo de proyectos de emprendimiento. Pero es algo que está considerado”, puntualiza la joven emprendedora.

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