En poco más de seis meses, el Parque Urbano Isla Cautín se ha convertido en un referente para la recreación familiar y el reencuentro de los temuquenses con el medio ambiente, especialmente tras los años de pandemia.

Los temuquenses ya se sienten orgullosos de su nuevo parque ubicado a orillas del Río Cautín, el límite natural entre las comunas de Temuco y Padre Las Casas, en un espacio que aúna elementos tan disímiles como el medio ambiente y la memoria histórica de la ciudad. Para conocer más sobre este exitoso hito urbano conversamos con el arquitecto que lo diseñó y con el profesional que está a cargo de su protección y funcionamiento.

Rodrigo Gutiérrez, ingeniero forestal, magíster en recursos naturales, es el encargado de la unidad de parques urbanos de la Municipalidad de Temuco, entidad creada en enero de 2022, durante la administración del alcalde Roberto Neira, considerando la importancia del medio ambiente en la vida actual de la ciudad.

“Hace más de 20 años que las organizaciones ciudadanas venían manifestando su preocupación especialmente por los bosques nativos presentes en la Isla Cautín, lo que también coincide con la entrega de los terrenos que eran ocupados por el regimiento como polígono de tiro. Luego de esto, en 2015, comienza a gestarse el proyecto desde una mesa de trabajo entre organizaciones sociales y el Minvu, lo que se concreta en el proyecto de realzar un parque urbano en la isla Cautín durante el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet”, relata Gutiérrez.

95% urbano

Asimismo, el enacargado señala que este sentir ciudadano coincide con el hecho de que el 95% de la población de Temuco habita en zonas urbanas, quienes cada vez más necesitan de espacios verdes y los servicios ambientales que entrega la naturaleza en la ciudad.

“A pesar de que Temuco es considerada una ciudad verde, aún tenemos un déficit muy grande de áreas verdes para los habitantes de la comuna, a lo que se suma el crecimiento poblacional, la expansión geográfica de la ciudad, el aumento del parque vehicular y constantes episodios de contaminación del aire”, explica, señalando que a esto se debe la gran cantidad de visitantes que el parque ha tenido desde su inauguración, la que además coincidió con la apertura tras la pandemia.

28 hectáreas

El parque cuenta con 28 hectáreas que permiten disfrutar de la recreación y lo que entrega la naturaleza. “Desde su inauguración el 21 de abril de 2022, hasta ahora, el parque suma más de 400 mil visitas, concentradas principalmente los fines de semanas y los días de buen tiempo”, agrega.

Técnicamente, este es un parque semi artificializado, donde coexiste un bosque nativo de boldos de más de 200 años, 12 hectáreas de praderas y macizos florales con manejo agroecológico, junto a la construcción de espacios para deportes urbanos, senderos, ciclovías, espacios para eventos, cancha de fútbol, la plaza del medio ambiente, patios techados, la plaza de la infancia y un memorial de derechos humanos que recuerda a personas asesinadas en 1973 en este sector.

El arquitecto

Osvaldo Moreno Flores, es arquitecto, magíster en paisaje, medio ambiente y ciudad, y doctor en arquitectura y urbanismo, desempeñándose actualmente como profesor y subdirector académico de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

“Abordar este proyecto significó un desafío muy importante, desarrollado por un equipo multidisciplinario de profesionales jóvenes, con las competencias necesarias en las diversas materias de planificación y diseño que involucró. Se trata de una iniciativa innovadora de grandes dimensiones, casi 28 hectáreas, dentro de una capital regional como Temuco, que lo posiciona como uno de los parques urbanos más grandes en Chile, diseñado y ejecutado en las últimas décadas”, señala el arquitecto.

Diseño participativo y sustentable

El diseño del parque consideró todos los elementos del territorio para incluirlos dentro del proyecto. “Por lo que no se trata solamente de crear algo original o nuevo, sino que rescatamos elementos históricos, culturales y ambientales que le otorgan identidad y carácter a la creación de este nuevo parque para la ciudad”, agrega.

Aquí se incluyó la vegetación, donde destaca el arbolado nativo y las praderas, la avifauna, incluso la presencia de insectos, que es un indicador de biodiversidad. A esto se agregó la sociedad civil en el diseño participativo durante más de un año, dando forma una estructura de uso que se ve reflejada en el diseño definitivo del parque, y finalmente una red de mantención del parque que se diseñó con un enfoque sustentable.

Consultado frente a la gran cantidad de visitas que ha tenido el parque en sus primeros meses de funcionamiento, el arquitecto señala que “cuando se hablaba del proyecto en sus inicios, varias personas dijeron qué tal vez no era una necesidad para la ciudad, que estaba muy lejos… pero en nuestra experiencia hemos visto que los parques despiertan un sentimiento de conectarse con la naturaleza y con el contexto en que habitamos. Por eso los temuquenses se sienten parte de este espacio y ya lo sienten como suyo”.

Un espacio democrático

Osvaldo Moreno explica que en el mundo actual es una necesidad para las personas alejarse de la ciudad y cambiar a otros ambientes, especialmente naturales, “este es un espacio democrático que permite un acceso transversal e inclusivo a todos los habitantes de la ciudad, y que esperamos que a futuro se conecte con otros espacios que mejoren la calidad de vida de los temuquenses”.

“A futuro, este parque puede convertirse en un referente nacional e internacional por una serie de características que lo hacen muy distintivo y singular. La cultura, la ecología, el manejo sustentable, la participación ciudadana, por lo que puede ser un espacio de aprendizaje para otras ciudades”, puntualiza el arquitecto.

Cabe señalar que Actualmente el parque se encuentra funcionando en horario de verano, de 8:30 a 21:00, hasta el 31 de marzo, cuando comienza el horario de invierno, de 8:30 a 19:00.

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