COLEGIOS SIN MASCARILLA:
Frente al fin de la obligatoriedad en el uso de la mascarilla, conversamos con la directora del Colegio Scole Creare y la encargada de Convivencia Escolar del Colegio Saint Patrick,
“A partir del primero de octubre, las mascarillas dejaron de ser obligatorias en lugares abiertos y cerrados, a excepción de los centros de salud, es decir, donde se realiza atención clínica de personas. Asimismo, el Pase de Movilidad dejó de ser exigible para cualquier lugar público o privado y para todo tipo de evento, y no será obligatorio cumplir con aforos”.
Con estas palabras el Seremi de Salud de La Araucanía, Andrés Cuyul Soto, anunció el momento en que, tras dos años de pandemia mundial del COVID-19, las mascarillas dejarían de ser obligatorias para la ciudadanía, un momento muy esperado por todos, por lo que quisimos conocer reacciones al respecto, en especial en el mundo escolar.
Un proceso voluntario
“El 2020 no alcanzamos a estar ni una semana en clases y nos tuvimos que ir para la casa. Fue difícil porque todos nos tuvimos que acostumbrar a un sistema de trabajo para el cual nadie estaba preparado, fue complejo, pero pudimos seguir trabajando desde la casa, sumando a los alumnos y los apoderados, y hubo que hacer muchas cosas”, recuerda Verónica Sandoval Matus, Directora del Colegio Scole Creare, Temuco, sobre los primeros días de la pandemia.
“Teníamos profesores mayores que ni siquiera usaban celular, pero tuvieron que aprender a usar las plataformas para hacer clases desde casa. Todos nos fuimos acostumbrando, unos más rápido que otros, y al mismo tiempo había una alta exigencia de los apoderados porque muchos tenían problemas económicos, emocionales, y también debíamos atenderlos a ellos con muy buena voluntad, aunque no fueran temas directamente relacionados con la educación de sus hijos”, agrega la directora.
“El 2021 volvimos presencial con el aforo determinado por la autoridades de salud e instalamos un sistema de cámaras que trajimos desde Estados Unidos en las salas de clases, e incluso en el gimnasio, para transmitir las clases a quienes no pudieran venir debido al aforo”, señala la directora, agregando que “Las clases del colegio presenciales sólo se suspendieron en mayo, durante una cuarentena, y a medida que los alumnos se iban vacunando pudieron aumentar el aforo y nunca tuvieron una alta cantidad de contagios”.
Este año, empezaron a volver los cursos completos, con todas las asignaturas en clases normales, y ahora pasaron a la etapa de voluntariedad en el uso de la mascarilla anunciada por las autoridades de Salud.
“Este proceso ha sido un poco extraño, especialmente los primeros días porque hay muchos que no nos conocemos, profesores nuevos, apoderados que nunca hemos visto sin mascarillas, los mismos estudiantes entre ellos”, señala Verónica Sandoval, recalcando que se ha enfatizado el aspecto “voluntario” de esta etapa: “A la comunidad educativa le informamos que el uso de mascarilla iba a ser voluntario a partir del 1 de octubre, como lo establece la ley, pero dejando también la libertad personal para quienes decidan seguir ocupándola“.
Asimismo, el colegio continuará aplicando medidas como la buena ventilación, la sanitización que se realiza dos veces al día y también fomentando el lavado de manos. “En lo personal, creo que es una buena medida seguir utilizando mascarilla en lugares de aglomeraciones e incluso para no contagiarse de otras enfermedades, no necesariamente de COVID”, puntualiza la directora.
Aprender y crecer tras la pandemia
“Nuestro colegio tiene 800 alumnos y todos volvieron este año a clases presenciales, desde pre kínder hasta cuarto medio. Al principio veíamos la pandemia como algo muy lejano, no imaginamos todo lo que iba a pasar, y hoy sigue siendo increíble todo lo que pasamos hasta llegar a la actualidad, donde la mascarilla dejó de ser obligatoria”, explica Mónica Köhler González, psicóloga y encargada de Convivencia Escolar del Colegio Saint Patrick, Temuco.
La profesional señala que al volver a la presencialidad algunas medidas fueron muy útiles y prácticas, tales como diferenciar los horarios para los recreos, para que no se produjeran aglomeraciones, con horarios diferenciados para primer ciclo, segundo ciclo y enseñanza media, lo mismo con el casino, con horarios diferenciados para almorzar.
“El primer semestre los alumnos volvieron a encontrarse, y los más pequeños no sabían muy bien cómo jugar, se produjeron algunos juegos bruscos, pero debemos considerar que algunos niños que estaban en kinder al iniciar la pandemia volvieron a clases presenciales en segundo básico y se saltaron varios años de convivir y compartir”, explica.
Lo mismo ocurrió con los más grandes, quienes se fueron como preadolescentes y volvieron mucho más grandes. “Pero entre todos los apoyamos, entre los profesores, los directivos del colegio y sus propios padres y familiares. Muchos jóvenes no tuvieron licenciatura, gira de estudios o fiestas de octavo, pasamos dos años sin esos rituales que también son importantes para cerrar o iniciar una etapa en sus vidas”, agrega Mónica Köhler.
“En esta etapa en que terminó la obligatoriedad del uso de la mascarilla algunos alumnos se han acercado a decirme que la quieren seguir utilizando, algunos por un tema de inseguridad, porque debemos que considerar que la mascarilla te cubre, y creo que para algunos va a ser complicado dejarla”, explica, “muchos no conocíamos las caras de nuestros alumnos y ahora los estamos conociendo, y ellos están conociendo a profesores que no habían visto sin mascarilla, es un fenómeno extraño para todos”.
La psicóloga señala que este periodo de pandemia que pasamos afectó de distintas maneras a las personas y su impacto depende de cómo se aborde de manera personal y especialmente como familia. “Por ejemplo, esta pandemia la podemos ver como un periodo de aprendizaje y crecer a partir de esto, sacar resiliencia, pero también algunos lo abordan con rabia o con enojo, y eso debe canalizarse de la manera adecuada. Lo importante es que desde estas situaciones aprendamos y crezcamos, valoremos la salud y el cuidado mutuo”.
En los próximos días, como forma de despedida a la mascarilla, el Colegio Saint Patrick, Temuco realizará un evento interno en que depositarán las mascarillas en basureros y dejarán un espacio de reflexión en torno al cuidado de la humanidad, “esta será una forma de realizar un cierre simbólico de este proceso que nos afectó a todos”, señaló Mónica Köhler.