Padres e hijos involucrados y juntos en el proceso de crecer. Esa es la invitación que hacen la educadora de párvulos Camila Garay y la fonoaudióloga Daniela Cortez, profesionales que crearon Baby Go.
Lo hemos escuchado y es cierto. Los niños son una esponja que absorbe conocimientos y aprendizajes de manera asombrosa. Pero este proceso debe ser armónico y, con vocación, conocimiento y entusiasmo, desde hace un año que están desarrollando una propuesta orientada a apoyar a padres e hijos.
Baby Go es un centro de estimulación temprana que surgió con la idea de realizar talleres grupales para niños entre los 3 meses y los 6 años, en compañía de sus padres, en que la familia sea parte activa del proceso de estimulación de sus hijos.
“Vimos que los papás tenían muchas dudas, sobre todo en las primeras etapas. Normalmente, los niños entran al jardín entre los 2 a 3 años. ¿Qué pasaba antes de eso? Ese vacío encontramos cuando comenzamos con Baby Go”, relata Camila.
La motivación de estas profesionales jóvenes es contagiosa. En su centro, ubicado en el Edificio Nuevo Centro, el color y el espacio para sus talleres es el lugar indicado para que hijos y papás avancen juntos en la ruta de la estimulación y aprendizaje.
Los padres deben involucrarse en la estimulación temprana. “Son los protagonistas principales en la vida de sus hijos”, afirma Daniela, “los niños aprenden a través de un modelo de imitación y las personas más importantes son sus padres. A través de lo que puedan generar y realizar con sus hijos, favorecerá su aprendizaje y estimulación en sus primeros años de vida”.
La crianza activa y estimulación temprana contribuirá a evitar trastornos y problemas que se pudieran presentar alrededor de los primeros años de vida, cuando ingresan al jardín y los padres comienzan a comparar avances. Ahí se encienden las luces de preocupación.
Los primeros mil días de vida son los más importantes en el desarrollo de una persona. Y eso influirá en su futuro. “Tenemos un espacio donde los papás pueden venir, pueden compartir un lugar con otros papás, son talleres entretenidos que permiten que papás e hijos pasen un tiempo de calidad juntos. Los papás aprenden habilidades para que luego en casa puedan desarrollar estas acciones, que no sólo vengan a los talleres y hagan las cosas, sino que llevan guías y material complementario para la casa”.
Los talleres se realizan principalmente durante los fines de semana. Por ejemplo, entre los 6 a 18 meses de vida, hacen el taller Baby Explora, donde se trabaja el desarrollo psicomotor, la exploración sensorial en cada uno de sus sentidos. Además, hay un taller de estimulación del lenguaje llamado Mis Primeras Palabras, orientado a niños entre 1 a 2 años de edad. “Al año de edad es cuando dicen sus primeras palabras y la idea es favorecer la estimulación del lenguaje y que puedan aprender instancias para facilitar la comunicación de sus hijos”, explica Daniela.
Durante la semana se realiza talleres para niños de hasta 6 meses donde se realiza estimulación motriz y sensorial, además de masaje infantil para potenciar el vínculo entre padres y el bebé.
Los talleres para niños entre 4 a 6 años no requieren necesariamente la presencia de los padres.
También hay intervenciones individuales para cuando es necesario. El equipo profesional de Baby Go se basa en los hitos del desarrollo de los niños para ir viendo este tipo de tratamientos, cuando hay retraso en lenguaje a los 2 años y medio, por ejemplo. Aquí, Camila y Daniela concuerdan en que los padres deben estar atentos a lo que pasa con sus hijos. “Recomendamos observar. Eso se ha perdido mucho con las redes sociales, la televisión. Como sociedad estamos muy “pegados” en eso y no los observamos, no jugamos. A través del juego, vemos sus dinámicas, podemos interactuar con sus juguetes, sus roles simbólicos. La invitación es a que los papás se empoderen porque ellos son los primeros educadores de sus hijos y quienes pueden detectar primeras advertencias que podrían llevar a futuras dificultades del aprendizaje”.
Al comenzar a escolarizarse, las exigencias aumentan. Y la idea es que los niños no vayan con brechas o queden atrás. Por eso, la invitación es a que los padres detecten antes los problemas, no después. Hoy existen muchas pruebas de selección y postulación a los colegios y por eso es importante ir ayudando desde temprano.
El trabajo personalizado con los niños es una característica de Baby Go. Junto a ello, el involucramiento directo de los padres en esta dinámica. Lo positivo es que los avances son concretos y los papás lo agradecen.
“Nuestras dinámicas varían –explican- y los talleres van cambiando de contenido. Hay papás que continúan, por lo que los objetivos siguen, pero cambian los formatos, siempre creativos y lúdicos. No tratamos de adelantar a los niños. Todo es a partir de su realidad. No los sobreestimulamos si no que damos todas las herramientas para su desarrollo, las que abordamos desde la educación y la salud”.
INCLUSIVO.
La visión y enfoque incluye desarrollo psicomotor, motricidad fina, motricidad gruesa, integración sensorial. Trabajan junto a terapeuta ocupacional, que los apoya con niños con TEA (trastorno espectro autista).
Cualquier niño puede participar. Los talleres son abiertos e inclusivos. Durante agosto realizarán un taller orientado a estimulación del lenguaje y áreas del aprendizaje. Recién comenzaron con un taller de yoga prenatal para embarazadas, con la idea de ir desarrollando iniciativas en esta área, enfocadas al estrés y ansiedad, que luego influyen en las conductas de los niños. Se suman talleres de lactancia.
“Queremos ser una instancia y espacio de educación para los papás y los niños”, concluyen.
Para contactarse con Baby Go, es posible hacerlo a través de redes sociales: Facebook centro de estimulacion babygo; Instagram: centrobabygo y www.centrobabygo.cl, Whatsapp +569 57021921 +569 96147529